El crío salía iluminado por su sonrisa de la tienda de juguetes. Se agarraba inconscientemente al brazo de su abuelo, no quería soltarlo, mientras con ojos desencajados miraba lo que le había comprado.
¡Hola Nemesio! ¿Ya está Vd. dando caprichitos al nieto?

“Pues sí, hijo sí, mi Currete se lo ha merecÍo, además yo adelanto los regalos en estas fiestas, porque la puñetera sociedad, te ice cuándo te tiés que gastar los cuartos y a mí no me sale de la entrepierna”.
Pues resulta que estoy de acuerdo con Vd. porque hay demasiado consumo inútil y…

“¡Parrillosky, estaría bien que un rojo como tú, no estuviera de acuerdo cormigo en esto, porque ya está bien de rollos macabeos”!

Oiga abuelo, de rojo nada, que yo soy un liberal y devoto de San Chemari.
“Vete a tomar por el culo. Mira niñato meapilas, ni vuestro Jesús nació en diciembre, ni en un establo, ni nevaba y además, sí que tenía pañales que ponerse, porque tenían “perras” y una coñomía saneá, que José era carpintero y eso se pagaba bien en aquellos tiempos. Y ahora se han inventao el Papá Noel, el Santa Claus, con el JO, JO JO de los güevos, los mierdosos arbolitos de Navidá, las comilonas y las bebilonas pa reventar… Es pa descojonarse lo que habéis hecho de la Navidá, que yo llamo las “Fiestas del Sorticio de Invierno”.

A un servidor, le hervía la sangre de oir a este abuelo cebolleta.
¡Bueno, pues váyase Vd. a su Madre Rusia…con el Putíngano ese!

“¡Ves como también tú eres un gilipollas! ¿Es que no sabes que en Rusia ya se hace lo mesmo en la Navidá so imbécil?”

Bueno, no siga por ese camino que va a destrozar nuestras sacras tradiciones y va a acabar con todas nuestras inamovibles creencias.
“¡Qué istrullío eres, muchas veces me aburres! Mira imberbe, ni los Magos eran Reyes, ni tenían corona, ni fueron guiaos por ninguna puñetera estrella; to eso es un lenguaje enfigurao. ¿Y qué me ices de las familias que están toíto el año puteándose y ahora deciden hacer una tregua pa seguir sacándose las tiras der pellejo el 7 de enero? ¡To esto es una mierda capitalista!”. Sí, dije, pero…
“¿Ves cómo sí? Esto con una Repúbrica Comunista como Dios manda no pasaría”.

Pero si usted es ateo… ¿Cómo nombra a Dios?.

“¡No me quieras tocar los cojones, imbécil, es una forma de hablar, porque yo soy de Marx, Engels, Hegel, Bakunin, Trostky…
¡Ah!, le dije, me suenan esos jugadores, pero no sé de qué equipo son. ¿Son nombres del Escatérgorit? Por respuesta sólo obtuve:

“Eres un mamón”. “Mira pedazo de cafre, la Iglesia se lo ha inventao tó y por eso mis Navidades son ateas, aunque respeto a ese Jesús vuestro, porque fue un tío con las pelotas bien puestas”
¡Vaya una forma de hablar del hijo de Dios!, le dije.

“Oye, que yo no farto el respeto a nadie y a Ese menos. Ya tuvierais los que sos llamáis cristianos la bragueta que ese Hombre le echó a la vía”.
Tuve que darle de nuevo la razón, porque en esto me calló bien callado.

Bueno, y dígame Nemesio, ¿que le van a echar a la Dolores sus majestades?
“Pos le van echar una Despileidi pa los pelillos de la barbilla y el bigote porque me pincha cuando la acaricio y…”

Solté una carcajada…Pero octogenario todavía, tiene usted gana de…¡Si no puede Vd. ni con su alma!
¡Serás mamón y endesgraciao… niñato que yo entoavía puedo cumplir con mi Dolores!

Tenía los ojos inyectados en sangre, pegando unas caladas al Caldo de Gallina, que con el humo apenas lo veía, mientras le daba pescozones a su Currete a santo de no sé qué. Pocas veces lo he visto así, pues cuando le tocas el sexo, el mollati y la política…ya te la has cargado.

Imagínense, porque yo voy de meapilas con él, y muchas veces para cabrearlo, le saco la vida de algún santo, con estampita y todo.

Bueno Nemesio, tengamos las Fiestas en Paz, y lo invito para hacer las paces a dos tintorros Valdepeñas, pero de los de a 1,70 € la convidá. Pero sólo dos ¿eh?
“¡Pos habieras empezao por ahí, pa entendernos!”